Dirección: 33 Orientales 1301, Beccar.

Horarios de Misa (marzo a diciembre):

  • Domingos 11 h

Historia

Casi en el límite del Partido de San Isidro con San Fernando existía antiguamente un pequeño puerto natural en la desembocadura del arroyo Sarandí que era utilizado por pescadores y contrabandistas. De allí partieron en 1825 los 33 Orientales dirigidos por Juan Antonio Lavalleja para liberar su patria del dominio brasilero. En honor a esa gesta, la calle que lo bordea lleva el nombre de esos héroes de la independencia uruguaya. Allí se levantó un monumento conmemorativo.

El lugar recibió diferentes denominaciones a lo largo del tiempo y últimamente es conocido como “Puerto Piojo”, aludiendo a su tamaño reducido. La zona era antiguamente deshabitada, inundable y cubierta de pajonales. En la primera mitad del siglo XX se instalaron algunos clubes náuticos, recreos de sindicatos y balnearios.

En la década de 1970 se hicieron trabajos de entubamiento, dragado, relleno y se construyeron varias torres, conocidas originalmente como Cofar V y cercano a ellas un barrio cerrado llamado Boating Club.

En la Asamblea Parroquial de 1985 la Capilla Stella Maris se propuso llegar a ese sector con un trabajo misionero. En 1986 se celebró la misa de Nochebuena en el patio de las torres. En mayo de de 1987 ya había en ellas dos grupos de matrimonios y otro integrado por 20 misioneras que habían recorrido los departamentos antes de que Juan Pablo II llegara a la Argentina.

La comunidad crecía y en julio se anunciaba que para levantar una Capilla la Municipalidad donaba el terreno de una calle que no se abriría, en 33 Orientales y Caseros, y se iniciaban las tareas de relleno. En octubre se hizo una misión llevando a los hogares la imagen de la Virgen y en Nochebuena se celebraba nuevamente la misa en las torres.

Se consiguió un subsidio provincial y una donación de la Fundación Pérez Companc para levantar una Capilla en honor de Santa María de la Cabeza. En junio de 1988 ya había una parte del terreno nivelado. Se celebró allí la primera misa, que luego se repetiría cada quince días, y comenzaba a hacerse catequesis de adultos en el departamento de una catequista.

Ante las quejas de un vecino que manifestaba verse afectado, la Municipalidad anuló la donación del terreno en noviembre de 1988. Hubo que trasladar la celebración de las misas al patio de las torres, hasta que el consorcio lo prohibió y debieron hacerse en el Colegio Holy Cross o en un departamento.

Por una nueva gestión, en diciembre de 1989 se obtuvo la cesión municipal de otro terreno ubicado sobre la Av. Mitre, frente al arroyo Sarandí, lejos de la zona edificada. No era apto para hacer un templo, pero le interesaba al Boating Club y, después de una larga negociación, lo canjeó por otro similar ubicado en 33 Orientales 1301, Beccar.

En julio de 1991 comenzaron allí las tareas de relleno, parquización y construcción. En mayo de 1992 se inauguró un galpón metálico que se iría mejorando progresivamente hasta transformarse en la actual Capilla, a la que luego se agregó un quincho, llamado “La matera”.

Allí, una activa comunidad de familias del barrio a la que se agregan otras cautivadas por el lugar y su ambiente fraterno, celebra la eucaristía los domingos a las 11 hs., preparada por el equipo de liturgia y canto. La celebración se prolonga luego en conversación mientras comparten un café o un jugo y los chicos juegan en el jardín. Cada tanto hay también asados comunitarios.

El Consejo Pastoral organiza periódicamente actividades. Entre semana acuden madres y chicos para la catequesis de primera comunión, así como dos grupos de oración. El lugar es propicio también para otras actividades parroquiales, como cursos prematrimoniales, retiros espirituales, convivencias, etc.

Varios sacerdotes y muchos laicos dieron lo mejor de sí por esta comunidad que no sería lo que es si no fuese por ellos. No podemos nombrarlos a todos, pero al menos recordemos a Raúl Sartori, pionero y puntal, que murió el 1º de septiembre de 2010.