Dirección: Elcano 172, Acassuso
Teléfono: 4742-7198

Horarios de Misa (marzo a diciembre):

  • Sábado: 19 h
  • Domingo: 11 h

Historia

Hacia mediados del siglo XX comenzó a poblarse el sector sur del Bajo de San Isidro. Algunos vecinos compraron terrenos y edificaron sus casas. En una zona cercana a la costa, en la Avenida del Fomentista y Martín y Omar, se formó también un villa de emergencia. Las inundaciones que sufrían periódicamente les hacía perder lo poco que tenían.

Mons. Menini compró unos terrenos cercanos donde, con instalaciones elementales y el apoyo de voluntarios de Cáritas, comenzaron a funcionar algunos servicios para atenderlos ya que eran los más necesitados de su feligresía.

Existieron en los primeros años una escuela primaria, consultorio médico, guardería para niños cuyas madres trabajaban, colonia de vacaciones, cursos de cocina, catequesis, etc. Tiempo después, la Provincia puso una escuela en la zona, la Municipalidad un dispensario sanitario y colonias de vacaciones, de modo que parte de esas actividades ya no fueron necesarias.

En octubre de 1960, con motivo de la Gran Misión de Buenos Aires, funcionó allí un Centro Misional y se vio que era necesario construir una Capilla debido al crecimiento poblacional. El 21 de Marzo de 1961, Tomás Manuel de Anchorena asumió el costo y se encargó de edificarla. Como no existía una imagen de la Virgen con la advocación “de la Ribera”, la puso bajo la protección de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro, de la que era devoto.

La Capilla, ubicada en Elcano 172, fue bendecida por Mons. Aguirre el 25 de junio de 1961 y desde entonces se convirtió en el centro de las actividades pastorales, las que a lo largo de los años han tenido discontinuidades y variaciones.

A la celebración habitual de misas los fines de semana se añadieron bautismos y algunos casamientos. A la catequesis de primera comunión se agregó la de confirmación, la de adultos y el acompañamiento a la que se da en el Colegio Nightingale, así como misas para niños.

Han existido charlas y cursos, grupos de mujeres, matrimonios, tercera edad, misioneras, liturgia, jóvenes y niños. Se ha tratado de integrar en todo ello y en las fiestas patronales a los distintos sectores del barrio. El paso del tiempo y el crecimiento de las actividades demandó que también en la Capilla se hicieran reformas y que sus salones se ampliaran.

Pero su característica propia es que siempre ha trabajado mucho la parte social. A los primeros servicios se añadieron en distintos momentos la ropería, atención de necesidades urgentes, asesoramiento jurídico, comedor y apoyo escolar, taller de manualidades, costura, peluquería y música, olla popular, cursos de electricidad, carpintería, huerta y alfabetización, mejoras en las viviendas, etc. Hoy en día solo funcionan el Jardin Maternal y el apoyo escolar.

Desde 1986 la Fundación Esperanza, integrada por madres de alumnos del Colegio San Juan el Precursor, presta una importante ayuda para solventar los costos del apoyo escolar. Con la colaboración de vecinos de San Isidro Chico, entre los años 1989 y 1993 se logró que 10 familias del barrio, participando en el Programa Social de Urbanización, construyeran sus casas y se establecieran en Benavídez.

En los últimos años se han encarado también acciones conjuntas con la Municipalidad, la Iglesia Bautista que tiene su templo en el barrio, algunas ONG y grupos locales.

Muchos sacerdotes y laicos trabajaron generosamente para que esa comunidad creciera y se desarrollara. No es posible mencionarlos a todos, pero sin ellos no sería lo que actualmente es.

El Jardín Maternal Sagrada Familia

Tal como ocurrió con muchos de los servicios y actividades de La Ribera, la guardería para niños cuyas madres trabajaban funcionó con interrupciones por varios años y luego se cerró.

En 1994 se vio la conveniencia de volver a abrirla, pero los salones de la Capilla estaban ocupados y el espacio disponible era insuficiente. Con el apoyo de la Catedral, se resolvió construirla en un lugar más cercano a la villa.

Al preparar el proyecto se constató que los criterios educativos actuales demandaban que ya no se cuidara a los niños con algunas voluntarias, sino que había que darles alimentación, cuidados sanitarios y estimulación temprana. Por lo tanto, era necesario instalar un Jardín Maternal con personal idóneo permanente.

Durante Adviento y Navidad de ese año, con colectas en las puertas de la Catedral y de las Capillas del Bajo, se reunió el dinero necesario para comprar el terreno ubicado en la calle Martín y Omar 1135. En los años siguientes, con el mismo método, se consiguió lo necesario para rellenarlo y edificar el Jardín Maternal.

Este abrió sus puertas en marzo de 1998 y, desde entonces, brinda sus servicios a 20 o 30 chicos de 45 días a 3 años y toma contacto con sus madres. Además del personal rentado competente, un equipo de laicos coordinado por el sacerdote se encarga de la supervisión y búsqueda de recursos.

Los fondos para su funcionamiento provienen de donaciones, contribuciones mensuales y la colecta que cada año se hace en la Catedral y en las Capillas en Adviento y Navidad.

Fuera del horario de atención a los niños, el local permite hacer reuniones con la gente del barrio. Con lo cual hay un mejor acompañamiento pastoral de esa zona.

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