Testimonios publicados en la revista Bienaventurados del mes de julio de 2017, con motivo del Día del amigo.
¿QUÉ ES UN AMIGO?
Por Vero Sojo
Mi sobrino se llama Simón. No le gustan los caramelos, pero muere por las barritas de chocolate. Alguna que otra vez, fui a buscarlo al jardín. Me acuerdo de una vez en especial: cuando nació su hermana Jacinta. Le compré muchos de esos chocolates, sus preferidos. Había que mimarlo. En su vida empezaba algo nuevo, una hermanita es un alboroto a esa edad. Ahora tendría que compartir a mamá, ¡cuánta novedad y qué cosa difícil! Quería apretujarlo y robarle una sonrisa, y que sienta por un rato el gozo de recibir un regalito, un momento de felicidad. Un pedacito de cariño, antes de conocer a esa persona que se sumaba a la familia; un momento dulce.
Un amigo es ese chocolate al alma; es ese regalo que te saca una sonrisa, que busca darte un momento de felicidad entre alborotos; una compañía dulce, que aparece en días lindos y en días grises. Es esa empatía y cariño; y es también camino que en su transitar crea recuerdos y anécdotas.
¿CÓMO SOY COMO AMIGO?
Por Manuel Aguirre Saravia
Siempre es un tanto complicado contestar las preguntas del tipo de cómo soy… Uno tiende a pensar de primera en las buenas cualidades y en los puntos a favor, y se dejan un poco de lado los faltantes, las malas características, etc. Lo lógico sería que otro conteste por uno mismo esta pregunta, pero entraría en juego quién va a contestar: podés ligar flores o un gran palo en la cabeza.
Desde mi perspectiva, la amistad se basa en la lealtad. A medida que crecemos, nos vamos metiendo en situaciones cada vez más complejas (ir a la universidad, tener un trabajo de tiempo completo, tener una pareja estable, vivir solo, etc.) que nos pueden traer muchos disgustos. Antes casi no vivíamos este tipo de cosas, porque lo único importante era tener tiempo para usarlo con amigos. Cuando llegamos a estas situaciones complejas es cuando realmente nos damos cuenta de que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de la mano y que salen a la luz cuando “la cosa se pone peluda”. Por ahí suena un poco crudo decirlo de esta manera, pero el amigo que soporta los disgustos más amargos de otra persona es realmente a quien yo considero un AMIGO.
Entonces, intentando contestar la pregunta original, yo trato de ser el amigo más LEAL que puedo.
ALGO QUE APRENDÍ EN UNA AMISTAD
Por Delfi Ramaglia
Al terminar el colegio, el tiempo que compartíamos con mis amigas empezó a acotarse. Nos costaba encontrar momentos de encuentro. Sin embargo, tuvimos el regalo de tener algo que nos unía: la fe. Vivir el amor de Jesús en nuestra amistad empezó a transformar la calidad de esos encuentros. Juntas coordinamos confirmación y compartimos misiones, y vivimos experiencias del amor de Dios que nos invitaba a dar un paso más en esos vínculos. Así, con Jesús de por medio, pudimos aprender a generar los espacios necesarios para abrir nuestro corazón y acompañarnos en las diferentes etapas que nos tocaba vivir.
UNA LINDA EXPERIENCIA DE AMISTAD
Por Gonchi Nardo
Hace algunos años no estaba en mi mejor momento en cuanto a mis amigos. Me encontraba medio inseguro con ellos y los notaba en otra sintonía. En ese contexto, me fui a misionar, y ahí fue donde Jesús puso en mi camino a varios amigos nuevos. Después de esa semana en Libertad, Misiones, todo cambió. Todavía hoy sigo manteniendo esas relaciones, y juntándome semanalmente. Encontré una mezcla de charlas profundas con momentos divertidos, que sigue creciendo día a día; y pienso que se trata de amistades que durarán de por vida.