Reflexión de los coordinadores generales de jóvenes, publicada en la revista Bienaventurados del mes de agosto de 2018.
Fines de julio y principios de agosto es un tiempo de descanso para los jóvenes. Todos los grupos de la Pastoral Juvenil terminaron sus ciclos. Como todo cierre y comienzo, es una época para sentarnos a reflexionar: ¿qué fue lo que estuvimos haciendo a lo largo de este tiempo?
No nos alcanzaría toda la revista para poder contestar aquella pregunta. Pero sí creemos que el lema que nos acompañó resume muy bien todos los objetivos que nos pusimos y todo lo que crecimos como comunidad: “Enseñanos a mirar con tu corazón”.
Hace ya un año nos juntamos a pensarlo. Rezando y compartiendo qué esperábamos de nuestra comunidad, recordamos el CD que había grabado un grupo de jóvenes pertenecientes al grupo “Santa Cecilia”, y del tema “Vivir en ti” tomamos esta frase para que nos acompañara en nuestro caminar.
El lema nos invita a mirar, algo tan simple pero que a veces dejamos de lado. Muchas veces no nos detenemos en lo sencillo de cada actividad de nuestra vida. En caras, miradas, personas nuevas y ya conocidas que se nos cruzan por nuestro caminar. Un servicio desinteresado, con pinceles y lijas o con juegos y sonrisas. Libros y útiles o una guitarra y un cancionero. Poder contemplar esas caras de miedo e incertidumbre cuando comienzan los grupos, para luego convertirse en miradas de emoción y alegría por todo lo vivido. Animarnos a descubrir, en los pequeños detalles, un crecimiento de fe que se potencia y necesita salir a anunciar todo lo vivido y compartido, una entrega total a lo que uno ama y no puede contener.
Lo increíble de mirar y contemplar todas estas pequeñas cosas, a veces tan simples, es que es ahí en donde logramos descubrir a Jesús. Se nos presenta en lo sencillo y humilde. En el lema le pedimos que nos enseñe. Para lograr esta acción, es necesaria una humildad sincera que nos permita reconocernos necesitados de una enseñanza del corazón, tan intensa y tan simple al mismo tiempo. La canción del lema nos dice “con tan sólo una sonrisa me hacés feliz”, nada más simple que sonreír.
Creemos que el lema realmente nos ayudó a crecer como comunidad de jóvenes gracias a que pudimos trabajarlo, vivirlo y observar sus frutos en cada una de nuestras actividades. Pudimos encontrarnos en un aprender constante que nos ayudó a transformar nuestra mirada, muchas veces llena de prejuicios, en una mirada más parecida a la de Jesús, con compasión, ternura y perdón. Su mirada brota del corazón, nos invita a salir de nuestra comodidad y asemejarnos cada día más a Él.
Gracias a todos los que nos enseñaron a mirar con tu corazón, porque realmente esto fue vivido y sentido como comunidad juvenil, en donde todos fuimos aprendiendo y creciendo juntos.