Reflexión de los jóvenes misioneros del grupo San Francisco, publicada en la revista Bienaventurados del mes de septiembre de 2018.
Después de tres años de viajar 49,5 kilómetros hasta Fátima, San Francisco (el grupo misionero de invierno) terminó su ciclo en este lugar.
Esta vez, los jóvenes nos dejan la ficha técnica de su misión.
Objetivo
El objetivo de la misión fue crear grupos de jóvenes y adultos dentro de la comunidad de Fátima y acercarlos a la parroquia, que había quedado separada del pueblo al construirse la ruta 8 y barrios privados a su alrededor. Esto provocó que el pueblo dejara de ir a misa.
Durante los primeros años, costó demasiado; pero pudimos cerrar la misión bastante satisfechos y sorprendidos por el cambio de actitud de la comunidad, y con esperanza, gracias al padre Claudio, quien nos mostró su interés por participar de las actividades.
Los jóvenes, muy entusiastas, se propusieron armar un grupo misionero de Fátima en la parroquia, y a los adultos se les encomendaron dos imágenes de la Virgen para que vayan pasando de casa en casa, a fin de que perseveren en la oración.
Por mi parte, pude recibir más de lo que di. Llegué al encuentro de gente con un corazón gigante; personas que me abrieron sus puertas con una sonrisa, creando un vínculo de amistad fuerte, dándome ganas de volver algún día a reencontrarme con ellos y tomar unos mates.
Joaco Sammartino
Actividades
Durante la semana de misión, llevamos a cabo tres actividades que se dividen en: niños, jóvenes y adultos.
En primer lugar, en el grupo de niños se invita a todos los chicos y chicas del pueblo a pasar las tardes en los encuentros que los misioneros preparamos para ellos. Realizamos distintos juegos y dinámicas con el fin de enseñarles acerca del amor de Jesús y María en un ámbito de diversión y alegría. Llegaron a asistir alrededor de 30 chicas y chicos a los encuentros.
En segundo lugar, un grupo de misioneros estuvo a cargo de los tres encuentros y una convivencia para los jóvenes de Fátima. La idea era ayudarlos a profundizar en su fe y generar nuevos vínculos, para que así descubrieran que no están solos. Hoy, el grupo de 15 jóvenes de Fátima quiere formar su propio grupo de misión.
Por último, al igual que con el grupo de jóvenes, hicimos tres encuentros de adultos en donde se habló de temas como la soledad, la entrega y la comunidad. Personalmente, es la actividad que más disfruto. Desde que misiono, participo de los encuentros de adultos porque me llena de alegría escuchar lo que tienen para contar: todas las historias de Eva, los problemas de Lore, el día a día de Fer… Con tan sólo una escucha atenta, recibís mucho más de lo que das. En los encuentros abren su corazón de par en par y te confían sus vivencias más personales. Hace un año ya que el grupo de 10 adultos se reúne por su cuenta y este año tienen una Virgen viajera que pasa por todas sus casas.
Cata Sola
Experiencia de grupo
En SanFran se vive un clima con mucha buena onda, todos se tratan bien y se llevan bien. Por más de que seas nuevo, te integran rapidísimo.
Durante la misión todos se ayudan en todo; por más de que a tu grupo no le toque lavar o cocinar, siempre das una mano para que al otro no se le haga tan tedioso.
Es un grupo muy lindo, y más para misionar. Ojalá se sume más gente.
Mati Serodio